miércoles, 6 de abril de 2011

MC Eiht - Death Threatz (1994)

El segundo álbum en solitario de MC Eiht no consigue replicar el éxito de ventas de su primer disco en solitario We Come Strapped. Las tensiones entre Eiht y su discográfica Epic/Sony, que quería suavizar el estilo del artista, terminaron por dinamitar la promoción del disco, que se quedó muy corto en llegar al medio millón de copias, unas 350 000, y que probablemente relegaron a MC Eiht a un perfil en su carrera más cercano al underground que a las superventas de algunos de sus coetáneos. Argumentalmente, Death Threatz nace ante todo como una réplica a las pullas de DJ Quik en su Safe + Sound, aparecido un año antes. Quizá como reacción al choque con la discográfica a tenor del nivel de gangsterismo de su música (Eiht ha sido acusado varias veces en su carrera de ser un 'Studio Gangsta'), el MC revisó al alza la agresividad de las letras. Las amenazas de muerte llegaron hasta el título del disco, adquiriendo un aire de cotidiano por su abundancia, y la rica voz de baritono de Aaron Tyler junto con sus secuaces N.O.T.R. expresa el fuego azuzado por la batalla verbal con Quik, con chispas de urgencia y cinética inéditas hasta entonces y que no se repetirán con igual intensidad en ninguno de sus discos posteriores, ni siquiera en los más sólidos. La intensidad casi opresiva de las letras corre en paralelo con la producción de DJ Slip y el propio Eiht, flanqueados por Prodeje de SCC y Blackjack en algún tema suelto. Atrás quedan los temas de estilo relajado que abundaban en los discos pasados de CMW con sampleos de oscuros temas de RnB setentero. La estrategia de todos los productores aquí es casi telepática: apenas ningún sampleo, pistas ultraprogramadas y al vacío y creación de tensión a base de desconectar y reconectar capas de sonido. Es g-funk oscuro y sintético, hecho con de riffs de guitarra en directo (destacamos los del primer tema Def Wish IV, interpretados por Rob "Funksta" Bacon), el inefable bajo burbuja y loops de sintes japoneses libres de complejos en todas sus dimensiones, desde la calidad del sonido a lo interminable de los bucles, pero con el cuerpo que deja un masterizado de un millón de dólares. El propio Eiht se encargó de interpretar al teclado varios de los bucles, incluído el del tema Thuggin' It Up. Como resultado, Death Threatz es uno de los discos de gangsta rap de la costa oeste que hace gala de un sonido más característico y estimulante. Más allá de transportar la voz de un MC Eiht en estado de relativa gracia, la madurez de las bases deja al oyente una sensación de plenitud. No sabemos si es cuestión de estilo de DJ Slip o guiño conceptual, pero el álbum cuenta con una intrigante y bienvenida característica: se permite respirar con elegancia y sin apenas contenido vocal, durante cerca de un minuto, a todas las bases, sin excepción, al final de cada canción.

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