domingo, 10 de abril de 2011

DJ Quik - Rythm-al-ism (1998)

Menos las menciones directas a la violencia, reducidas aquí al mínimo absoluto, todo lo que DJ Quik fue hasta, y todo lo que ha sido a partir de Rythm-al-ism está aquí resumido. Puede que no hayan mejores ejemplos de la excelencia a la que puede aspirar el género, y es muy satisfactorio ver que tal mastodonte haya podido cocerse en el horno musical de una sola persona. No es que falten invitados de lujo, ni mucho menos: El DeBarge, Suga Free, Snoop Dogg, Nate Dogg, AMG y Mausberg entre otros dejan sus perlas a lo largo y ancho, pero en ningún caso proyectan sombra alguna sobre quien es el gran maestro y padre de la criatura. En un tour de force de genialidad y saber hacer, desde la instrumentación a la mezcla, Quik consiguió articular un discurso acústico depuradísimo combinando sus estilos preferidos: hip-hop de la costa oeste basado en el funk, el inevitable guiño dancehall, arreglos RnB y salpicones de improvisación libre cercana al jazz. La primera escucha eleva a un lugar mejor, y cada escucha refuerza una sensación de que se está ante un trabajo insuperable. Las letras son tan ingénuas como el material clásico de Quik, más eternas aún si cabe gracias a su atemporalidad. Estos deliciosos relatos de sexo, fiestas, drogas y chuleteo (que coinciden con uno de los periodos más tumultuosos en la vida de DJ Quik) están hilados con un estilo que mezcla descaro y una imagen de suavidad muy depurada, reforzada sin paliativos gracias a lo aterciopelado del sonido. El que se lo lleve a casa se lleva un logro descomunal, un disco para toda la vida: hace bailar, relaja y hace soñar a partes iguales. Suena igual de redondo ahora que cuando salió, y lo seguirá haciendo hasta que el próximo holocausto haga que California vuele por los aires.

miércoles, 6 de abril de 2011

MC Eiht - Death Threatz (1994)

El segundo álbum en solitario de MC Eiht no consigue replicar el éxito de ventas de su primer disco en solitario We Come Strapped. Las tensiones entre Eiht y su discográfica Epic/Sony, que quería suavizar el estilo del artista, terminaron por dinamitar la promoción del disco, que se quedó muy corto en llegar al medio millón de copias, unas 350 000, y que probablemente relegaron a MC Eiht a un perfil en su carrera más cercano al underground que a las superventas de algunos de sus coetáneos. Argumentalmente, Death Threatz nace ante todo como una réplica a las pullas de DJ Quik en su Safe + Sound, aparecido un año antes. Quizá como reacción al choque con la discográfica a tenor del nivel de gangsterismo de su música (Eiht ha sido acusado varias veces en su carrera de ser un 'Studio Gangsta'), el MC revisó al alza la agresividad de las letras. Las amenazas de muerte llegaron hasta el título del disco, adquiriendo un aire de cotidiano por su abundancia, y la rica voz de baritono de Aaron Tyler junto con sus secuaces N.O.T.R. expresa el fuego azuzado por la batalla verbal con Quik, con chispas de urgencia y cinética inéditas hasta entonces y que no se repetirán con igual intensidad en ninguno de sus discos posteriores, ni siquiera en los más sólidos. La intensidad casi opresiva de las letras corre en paralelo con la producción de DJ Slip y el propio Eiht, flanqueados por Prodeje de SCC y Blackjack en algún tema suelto. Atrás quedan los temas de estilo relajado que abundaban en los discos pasados de CMW con sampleos de oscuros temas de RnB setentero. La estrategia de todos los productores aquí es casi telepática: apenas ningún sampleo, pistas ultraprogramadas y al vacío y creación de tensión a base de desconectar y reconectar capas de sonido. Es g-funk oscuro y sintético, hecho con de riffs de guitarra en directo (destacamos los del primer tema Def Wish IV, interpretados por Rob "Funksta" Bacon), el inefable bajo burbuja y loops de sintes japoneses libres de complejos en todas sus dimensiones, desde la calidad del sonido a lo interminable de los bucles, pero con el cuerpo que deja un masterizado de un millón de dólares. El propio Eiht se encargó de interpretar al teclado varios de los bucles, incluído el del tema Thuggin' It Up. Como resultado, Death Threatz es uno de los discos de gangsta rap de la costa oeste que hace gala de un sonido más característico y estimulante. Más allá de transportar la voz de un MC Eiht en estado de relativa gracia, la madurez de las bases deja al oyente una sensación de plenitud. No sabemos si es cuestión de estilo de DJ Slip o guiño conceptual, pero el álbum cuenta con una intrigante y bienvenida característica: se permite respirar con elegancia y sin apenas contenido vocal, durante cerca de un minuto, a todas las bases, sin excepción, al final de cada canción.